Los objetivos que se buscan al tratar a una persona con cáncer son intentar curar la enfermedad y mantener una buena calidad de vida. Cuando no es posible lograr la curación, es importante que los pacientes puedan desarrollar sus actividades en forma normal, lo más cercano a lo que ocurría antes del diagnóstico. Para esto es importante que cada centro pueda contar con un equipo de apoyo multidisciplinario para tratar por ejemplo el dolor y entregar apoyo psicológico. La mayoría de los pacientes tratados con intención curativa pueden hacer su vida normal después del periodo de recuperación de una cirugía y de un tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia.
Esto implica que podrán continuar con su alimentación habitual, reintegrarse a su trabajo y realizar actividades físicas.