Un porcentaje importante de los pacientes diagnosticados con un cáncer del aparato digestivo pueden recibir un tratamiento con intención curativa. Lamentablemente, en otros pacientes es sólo posible aumentar la sobrevida pero no obtener curación. No sólo es importante que se pueda realizar un diagnóstico correcto inicialmente, sino que también es trascendental en el futuro oncológico de los pacientes que las terapias sean adecuadas y bien indicadas.

La extirpación quirúrgica (conocida como operación) juega un rol muy importante en el tratamiento de los pacientes con tumores del aparato digestivo. Muchas veces corresponde al tratamiento más importante y que por lo tanto es el que marcará el pronóstico del paciente. Una operación insuficiente es difícil de mejorar y claramente está asociado a una menor sobrevida. Esto también se observa en aquellos pacientes sometidos a tratamientos con técnicas no oncológicas, cuando son tratados por cirujanos que no focalizan su practica diaria en tratamientos oncológicos. De esta forma, es importante ser tratados por doctores que focalizan su practica diaria en el tratamiento de cánceres del aparato gastrointestinal.

Esto permite que cada caso sea discutido en un comité oncológico donde expertos en diferentes áreas del cáncer (cirugía, oncología médica, radioterapia, etc.) colaboran con el fin de poder desarrollar la mejor acción terapéutica para cada paciente en forma individual, de acuerdo al diagnóstico y presentación del cáncer. Esto da mejores opciones de curación, disminuye las posibilidades de complicaciones y permite el uso de tratamientos después de la operación en forma adecuada y en un tiempo razonable.