El tratamiento actual del cáncer digestivo incluye la participación de múltiples especialistas. Esto implica que cada especialista debe conocer en forma adecuada los tratamientos que pertenecen a su especialidad y aquellos que corresponden a otras especialidades. Un cirujano con formación formal en cáncer digestivo se caracteriza por el conocimiento de las técnicas quirúrgicas que son parte de su especialidad y de los tratamientos no quirúrgicos que pertenecen a otras áreas del cáncer. Esto no sólo permite tomar decisiones más precisas, sino que también poder evaluar al paciente en forma global. El cirujano con formación en cáncer focaliza su práctica diaria en el tratamiento de pacientes con cáncer (por ejemplo, no realiza operaciones de obesidad mórbida), utiliza técnicas quirúrgicas que están desarrolladas para pacientes con cáncer y no para pacientes con enfermedades benignas y es parte de un equipo multidisciplinario que trata pacientes con cáncer