Tal como yo entiendo que un paciente con cáncer ha recibido esta noticia en forma reciente y está pasando por el que puede ser el peor momento de su vida, en el que no sólo puede haber desconocimiento total o parcial sobre su enfermedad y su pronóstico, y una reacción de negación, es importante también que los pacientes sepan que yo comprendo perfectamente esta situación y que mi objetivo es entregarles una atención y tratamiento de excelencia. Esto no sólo implica la aplicación de conocimientos teóricos y prácticos, sino que también el apoyo personal y la participando en forma activa en las decisiones terapéuticas que el equipo multidisciplinario defina.

La primera parte de la evaluación clínica incluye la confirmación del diagnóstico y de la extensión de la enfermedad. Para que esto sea más fácil para el paciente y su familia y no sea necesario repetir exámenes ya realizados es importante que:

(1) Si el paciente ha sido operado o sometido a algún procedimiento en otro centro, es ideal que se pueda obtener (a) el protocolo operatorio (debe ser solicitado al cirujano que realizo la operación), (b) los resultados de la biopsia obtenida (debe ser solicitado en anatomía patológica del hospital donde se realizó la operación), (c) las placas y tacos de la biopsia realizada para que nuestro patólogo las pueda evaluar cuando existen diagnósticos controversiales (deben ser solicitadas en anatomía patológica del hospital donde se realizó la operación) e (d) imágenes realizadas antes de la operación (CDs y placas idealmente) y no solo el informe escrito.

(2) Si el paciente ha sido evaluado con alguna endoscopia, debe traer el estudio endoscópico (endoscopia digestiva alta y/o colonoscopía)

(3) Si el paciente ha sido evaluado con una tomografía computada o una resonancia, debe traer las placas o discos donde se encuentren las imágenes y no solo el informe, porque es muy importante revisar las imágenes antes de tomar una decisión terapéutica

(4) Exámenes de sangre recientes

El objetivo de solicitar todo esto es agilizar el diagnostico y definir el tratamiento lo antes posible. Así se disminuyen las consultas médicas que pueden ser incomodas para el paciente y no se repiten exámenes si los previamente realizados son de buena calidad y permiten obtener una conclusión adecuada.